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Paternidad Responsable

De acuerdo al académico del Colegio de México, Juan Guillermo Figueroa 1 de cada 3 hombres no sabe o no estaría seguro del número exacto de mujeres que ha embarazado. Esta realidad nos debe poner a pensar cómo estamos ejerciendo nuestra sexualidad y nuestra paternidad.

Generalmente en nuestro país, damos por natural una paternidad tradicional, entendida como el papá proveedor, el dotado de autoridad, el que está para regañar u otorgar permisos, o como solemos llamarle el “jefe de familia”, de hecho la palabra familia, es una palabra interesante, que en latín significa, “criado” o “esclavo”, de modo, que el padre de familia es el dueño de la prole o sea (los hijos), y así es como hemos venido construyendo un paternidad tradicional en nuestra cultura.

Paternar implica una serie de decisiones, hábitos, costumbres, permisos u obligaciones que se dan dentro de una sociedad. De modo que aprendemos a ser padres dependiendo de la cultura en la que nos desarrollemos, en la que crezcamos y sobre todo de nuestro primer modelo, nuestro papá.

No pocos hombres podríamos reconocer la falta de expresión afectiva de nuestro padre, la falta de tiempo, de cercanía física y amorosa; por ello hablar de una paternidad responsable, es poner el acento no sólo en el papá proveedor, autoritario y ausente, hablar de una paternidad responsable es asumir la paternidad desde otro lado, desde otra vivencia, más humana, más cálida.

Propongo que los hombres nos replanteemos los esquemas tradicionales de paternidad que nos enseñaron, que nos atrevamos a Paternar desde otras experiencias, como por ejemplo, desde el derecho a la ternura para con nuestros hijos y parejas, donde los hombres levantemos la mano para abogar por nuestro derecho a aprender a ser papá, es decir, que se nos permita también aprenderlo, como se les educa y entrena a las mujeres desde muy pequeñas, propongo que seamos padres educando por igual a las hijas e hijos, que participemos de manera comprometida con mamá en la crianza de los hijos, que paternemos no imponiendo, sino negociando, que seamos padres sin ningún tipo de violencia y que entonces, transformemos la paternidad el algo mucho más allá de llevar el dinero a la casa, ojalá hagamos lo necesario para que nuestra paternidad sea uno de los eventos más gozosos de nuestra existencia. Roberto Guadarrama, Psicólogo Mexicano, solía de decir “que los hombres no podemos hacer que nuestros hijos crezcan en nuestro vientre, pero sí en nuestro corazón”

Para Mariana.

Psic. Héctor Orozco Gómez.
Sexólogo y Terapeuta de pareja.
Certificado por la Federación Mexicana de
Educación Sexual y Sexología (FEMSS)
Cel 44-31-58-34-56
Email. hecsex@hotmail.com

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