El equipo que ha puesto los ojos en el cielo

Ciudad de México. 5 de diciembre de 2017.-  SAE Aerodesign UNAM es una agrupación estudiantil de la Facultad de Ingeniería de la UNAM cuya labor está enfocada en el desarrollo de Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) para participar en los concursos anuales organizados por SAE International, una asociación estadounidense que, dentro de sus labores, promueve la ingeniería aeroespacial entre estudiantes alrededor del mundo.

Debido a la naturaleza estudiantil del proyecto, los miembros del equipo deben diseñar estrategias para la reducción de los costos de manufactura del avión. “Solamente el avión costó un poco más de 35 mil pesos, contemplando que reutilizamos componentes como los servomotores, el receptor y las baterías. El motor y las hélices son nuevas, y si no contemplamos esos factores, el haber comprado todo nuevo año con año incrementarían muchos los costos”, platicó Bernardo Vázquez Luna, miembro de la agrupación estudiantil.

Muchos de los componentes empleados tienen un tiempo de vida útil, que es el periodo en el que pueden ser utilizados sin riesgo de presentar fallas, que permite su uso en más de una competencia.

Un ejemplo de componentes reutilizables son las baterías, las cuales son especialmente diseñadas para su uso en VANTs y por la misma razón no son muy fáciles de conseguir, por lo que poder aprovecharlas el mayor tiempo posible es crucial para la economía del equipo.

“No son baterías que se consiguen en todos lados, son baterías que se consiguen en Estados Unidos e importarlas implica comprarlas y enviarlas, lo que hace que los costos varíen un poco tomando en cuenta la economía del país, así como que la moneda universal sigue siendo el dólar”, añadió.

Entre los requerimientos de la competencia se encontraba el control del peso del avión, así como su distribución a lo largo de toda su estructura. Esto generó la necesidad de diseñar espacios en el avión que simularan la presencia de pasajeros a través de pelotas de tenis, y una bahía de carga donde se simuló la carga del equipaje de los pasajeros en donde este era simulado con pequeñas cajas de metal. “Entre más pelotas cargues es más puntaje. El chiste es que cargue, que vuele con peso”.

Otro de los requerimientos, y uno de los más importantes del concurso, fue que la potencia del motor que no debía superar un caballo de fuerza. El monitoreo de que esto no sucediera se daba a través de un limitador, dispositivo que apagaba el motor en caso de que la potencia superara el valor permitido para el avión.

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