El apego es una forma de relacionarnos con las personas o con los objetos; es crear un vínculo, absolutamente necesario en los seres vivos, sobre todo en los mamíferos. La raza humana es especialmente dependiente de la creación de estos lazos afectivos. Si un ser humano no cuenta con estas uniones afectivas, de ello depende su salud mental. Es conocido que, en criminales, gente violenta, agresiva, antisocial, estas ligas afectivas en su infancia fueron nulas, insuficientes o carentes. Los seres humanos necesitamos entonces construir, mantener, alimentar y cuidar estas relaciones con nosotros.
Pero, ¿cómo nos vinculamos? La línea es muy endeble, porque cuando nos relacionamos con personas de más, de manera obsesiva, cuando existe una sensación de no poder renunciar a esa persona u objeto, estamos en una relación de dependencia.
En las relaciones dependientes, las personas van perdiendo libertad, identidad, nos despersonalizamos. De hecho, la palabra dependencia tiene una raíz latina que significa, “el que se cuelga”.
Entonces, cuando nos volvemos dependientes ya no somos dueños de nosotros mismos y el gozo se ve reducido a la existencia de la relación que se ha construido de manera dependiente.
Habrá que tener mucho cuidado en cómo nos apegamos, nos vinculamos, ya que esto es necesario en toda la relación; entiéndase de pareja, familiar, laboral, a la tecnología, a la imagen, al reconocimiento, a l seguridad al placer, etcétera.
Si un día sientes que no puedes renunciar a algo o a alguien, cuidado, ¡el apego puede estar convirtiéndose en dependencia!
Psic. Héctor Orozco Gómez.
Sexólogo y Terapeuta de pareja.
Certificado por la Federación Mexicana de
Educación Sexual y Sexología (FEMSS)
Cel 44-31-58-34-56
Email. hecsex@hotmail.com