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Fieles al chavismo protestan en contra de Maduro

A 29 de diciembre 2017.- La escasez en Venezuela no perdona ni a los más fieles al régimen de Nicolás Maduro. Las protestas han llegado a barrios chavistas días después de que no pudieran celebrar la Navidad con la bolsa de comida y el pernil de cerdo que el Gobierno les ha había prometido en los últimos comicios. Los más pudientes, los que aún pueden permitirse usar el avión, tampoco han podido trasladarse para celebrar las fiestas por la reducción del servicio aéreo en más del 50% a causa de la falta de combustible, que también ha afectado a los que se tenían que conformar con el autobús. Y, como es habitual, la responsabilidad siempre es de otro. No hay pernil en las mesas venezolanas por culpa de dos países. “Por el saboteo de Portugal, que no cumplió los convenios, y de los Estados Unidos, que nos han impuesto las sanciones que pedían sus lacayos”, dijo la noche del miércoles el presidente Nicolás Maduro en un discurso televisado.

Las revueltas comenzaron días después de la noche de Navidad, en las barriadas populares de Catia y La Vega, al oeste de Caracas, alguna vez de mayoría chavista. Protestan por el retardo en la llegada los denominados CLAP (por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción); bolsas de comida que el Gobierno reparte de forma quincenal a precios subsidiados en sectores populares, como alternativa al comercio capitalista, y que distribuyen como programa social y señuelo electoral.
Muy poco antes de la Nochebuena, en una de sus comentadas “contraofensivas contra la guerra económica”, la Superindentencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), obligó a los comercios del bulevar de Sabana Grande, una de las arterias más concurridas de la ciudad, a bajar, de forma inmediata, los precios de todos sus productos, sin tomar en cuenta variables como los costos de reposición o los pagos pendientes a proveedores. De acuerdo a la interpretación oficial, el aumento de los precios guarda una relación directa con el acaparamiento y la especulación de los comerciantes. Algunas de estos expendios, como ha sucedido en otras ocasiones, tuvieron que cerrar sus puertas indefinidamente.
Fuente: El País

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