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São Paulo relajará la cuarentena y abrirá centros comerciales con las muertes al alza

El gobernador anuncia un desconfinamiento gradual y adecuado en cada zona a los casos de coronavirus y de las unidades de cuidados intensivos disponibles.

El corazón económico y epicentro de la pandemia en Brasil, el Estado de São Paulo, comenzará a partir del 1 de junio a aplicar un plan para reanudar las actividades económicas, según ha anunciado este miércoles el gobernador João Doria. Los concesionarios, oficinas, tiendas y centros comerciales podrán reabrir sus puertas el próximo lunes en algunas ciudades, incluida la capital, que tiene el 91% de las camas de la UCI ocupadas, pero la decisión formal de volver a operar dependerá de cada ayuntamiento. El alcalde de São Paulo, Bruno Covas, ha dicho que habrá una autorización sector por sector antes de que cualquier establecimiento reabra, lo que puede demorar algunos días. Todo pasará por el tamiz de la vigilancia sanitaria municipal. Doria también ha recalcado que esta flexibilización no significa el fin de la cuarentena, previsto para el 31 de mayo. “Mantendremos la cuarentena, pero reanudando conscientemente algunas actividades económicas”, ha afirmado en rueda de prensa.

En la práctica, esto significa que el comercio ya podrá abrir el próximo lunes en la capital, aunque no se haya reducido el número de muertos diarios. En países como Italia o España, solo se empezaron a levantar las medidas de confinamiento cuando la curva de muertes y contagios por la covid-19 empezó a bajar. El 8 de mayo, el Gobierno había declarado que solo relajaría la cuarentena cuando hubiera una reducción sostenida de nuevos casos durante 14 días y cuando la tasa de ocupación de las UCI fuera inferior al 60%. La ocupación en el estado es del 75%.

La desescalada será en fases y por región. El Estado de São Paulo tiene 46 millones que viven en una extensión similar a la de Ecuador. Para la flexibilización de la cuarentena ha sido dividido en 17 regiones, además de la capital. Eso significa que, si bien parte del Estado de São Paulo puede pasar directamente a la fase cuatro, otra región podría estar todavía en la fase 1. Lo que determinará en qué fase está cada región son dos criterios: la evolución de la epidemia —basada en el número de casos, las hospitalizaciones y las muertes— y la capacidad del sistema sanitario —basada en el número de camas disponibles en las UCI para tratar a pacientes con covid-19 por cada 100.000 habitantes y la tasa de ocupación de esas camas—. En función de estos indicadores, cada siete días se revisará el estado de cada región.

El mapa del Estado de São Paulo muestra que las diferentes regiones empezarán la desescalada, el próximo lunes, en tres etapas diferentes. La zona metropolitana de São Paulo, la Baixada Santista y la región de Registro entrarán en la fase 1. La mayor parte del Estado, incluidas la capital y las regiones de Campinas, Taubaté, Franca, Sorocaba, entre otras, entrarán en la fase 2. Las regiones de Barretos, Araraquara, São Carlos, Bauru y Presidente Prudente se encuentran en la fase 3.

El plan, que el gobernador denomina “reanudación consciente”, se implementará entre el 1 y el 15 de junio. Se divide en cinco fases:

Fase 1, roja: alerta máxima, solo se permite el funcionamiento de servicios esenciales.

Fase 2, naranja: medidas restrictivas, pero también con cierta flexibilidad en algunos sectores, como los servicios inmobiliarios, concesionarios, tiendas y centros comerciales, con aforo y horarios restringidos y manteniendo la distancia de seguridad entre personas.

Fase 3, amarillo: flexibilidad con apertura controlada de más sectores de la economía, como bares y peluquerías.

Fase 4, verde: apertura parcial todavía, pero incluye todos los sectores anteriores y otros, como los gimnasios. Aún con medidas restrictivas.

Fase 5, azul: normalidad controlada, con todos los sectores en funcionamiento, incluidos cines, teatros y eventos.

La cuarentena se decretó el 24 de marzo en todo el Estado de São Paulo. Desde entonces, el confinamiento se ha prorrogado tres veces, la última el 11 de mayo, y estará en vigor hasta el 31. En esta última extensión, los casos en el Estado habían aumentado un 3.300% en el interior y en la costa, y un 770% en el área metropolitana, y las proyecciones del Gobierno indicaban que el número de muertes por covid-19 podría llegar a 11.000 en junio.

Desde el inicio de la cuarentena, Doria ha sufrido la presión de varios sectores económicos para que suspenda las medidas restrictivas. Cada domingo se organizaban manifestaciones en la avenida Paulista para protestar contra el gobernador y la cuarentena. Los datos publicados por el Registro General de Empleados y Desempleados este miércoles muestran que, entre marzo y abril, se han destruido 336.755 puestos de trabajo en el Estado.

Debido a la presión, Doria llegó a anunciar el plan de desescalada el 22 de abril, pero con la condición de que solo suspendería la cuarentena si aumentaban las tasas de aislamiento social, cosa que no sucedió de manera significativa. Al principio, la tasa ideal de confinamiento era del 70%, un porcentaje que nunca se ha alcanzado. El Gobierno tuvo que dar un paso atrás en el plan de desconfinamiento y, unos días después, volvió a imponer la cuarentena.

La situación ahora aún está lejos de estar controlada. Hasta este martes, São Paulo contabilizaba 6.423 muertes por coronavirus y 86.017 casos confirmados de la enfermedad. Según los datos que proporciona diariamente el Ministerio de Sanidad, en São Paulo todavía no hay indicios de que la curva de muertes comienza a disminuir.

Con información de EL PAÌS

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