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Los códices modernos de la historia tlaxcalteca de Xochitiotzin

Desiderio Hernández Xochitiotzin es considerado integrante de la segunda generación de muralistas al fresco, su obra retrató las fiestas, costumbres y tradiciones de su tierra.

Previo a la llegada de los españoles a Mesoamérica, Tlaxcala, conformada por los señoríos de Tepeticpac, Tizatlán, Ocotelulco y Quiahuiztlán, logró mantenerse como una nación independiente del gran dominio que habían establecido los mexicas. 

Esta enemistad entre el pueblo tlaxcalteca y el mexica fue utilizada a su favor por Hernán Cortés a su llegada al territorio, pues encontró en dicho conflicto la posibilidad de tener de su lado a un aliado bélico que le permitiera ocupar Tenochtitlan y otros territorios. Los tlaxcaltecas accedieron a convertirse en aliados de los españoles, no sin antes enfrentarlos arduamente.  

Tras la caída de Tenochtitlan, y como forma de gratitud a su colaboración militar, España dio algunas prerrogativas a Tlaxcala, tales como la preservación de su gobierno indígena, el otorgamiento de un escudo de armas y el nombramiento de Leal Ciudad de Tlaxcala, la cual fue fundada hacia 1535 y se convirtió en la sede del primer obispado de la Nueva España. 

El trabajo realizado en favor de los conquistadores también se vio reflejado en la exención de pagos de tributos y otros privilegios. Sin embargo, con el avance del virreinato dichos indultos se fueron desvaneciendo. 

Este pasaje sintetizado de la larga y compleja historia del pueblo tlaxcalteca se encuentra plasmado en las paredes del Palacio de Gobierno de Tlaxcala, construcción erigida hacia mediados del siglo XVI que albergó las Casas Reales. Estos murales realizados por el artista Desiderio Hernández Xochitiotzin se han convertido, a decir de la antropóloga Laura Collin Harguindeguy, en la versión tlaxcalteca de la historia de la conquista. 

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