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Desarrollan interfaz para detectar fatiga mental

Ensenada, Baja California. 25 de mayo de 2018.- Para un trabajador, la fatiga mental puede representar eventuales deficiencias en su desempeño laboral y personal, así como también en su salud mental.

En México, el proceso de modernización industrial encaminado a la maquila de productos implica que los trabajadores enfrenten nuevas condiciones laborales que modifican sus demandas de desempeño, señala el artìculo»La carga de trabajo mental como factor de riesgo de estrés en trabajadores de la industria electrónica», publicado en 2006 por la Revista Latinoamericana de Psicología.

La publicación menciona que —en este contexto— las demandas a los trabajadores “pasan de un plano predominantemente físico a actividades que imponen a los trabajadores una mayor carga de trabajo mental”, caracterizada por “tareas repetitivas con altas demandas de atención, que implican una alta concentración por parte del trabajador y poco control sobre las actividades que realiza, que pueden tener efectos negativos en la salud mental de los trabajadores”.

Los autores, investigadores de la Universidad de Guadalajara y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), observan que la dificultad para la realización de las tareas principales de los trabajadores aumenta los requerimientos para el procesamiento mental, lo que podría tener como consecuencia estrés laboral y un decremento en el desempeño personal y organizacional.

¿Cómo detectar la fatiga mental?

Especialistas del Centro de Enseñanza Técnica y Superior (Cetys) Universidad y el Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología Digital (Citedi), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrollaron una interfaz cerebro-computadora que tiene esta capacidad.

Algoritmos para clasificar el cansancio

La interfaz para detectar la fatiga mental es producto del proyecto de tesis de doctorado en ciencias en sistemas digitales que la maestra Nataly Medina realiza en el Citedi.

La estudiante de posgrado del Citedi y académica de Cetys Universidad narró que los primeros experimentos realizados fueron en torno al cansancio tras la realización de actividades mentales, como exámenes que conllevan procesos matemáticos.

“Entonces se observaba que las señales tenían cierto comportamiento al momento de estar elaborando estos exámenes y la hipótesis fue que precisamente en actividades mentales y cognitivas de este tipo, al momento de cambiar, por ejemplo, el patrón cerebral, una vez analizadas las pruebas, el cerebro tiende a relajarse pero no como estaba antes”.

Las primeras pruebas demostraron que tras un proceso de presión, el cerebro vuelve a relajarse pero no regresa a su estado original, lo que fue considerado por los especialistas como fatiga mental.

Nataly Medina diseñó algoritmos que permitieran clasificar las señales enviadas desde la diadema con electrodos e interpretarlas con base en la escala de sueño de Stanford, para finalmente determinar un índice de fatiga mental.

Fuente: Agencia Informativa Conacyt

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