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Sistema Arrecifal Veracruzano y el desarrollo sustentable

A 17 de abril del 2018.-Los arrecifes coralinos son el principal ecosistema y objeto de conservación de este Parque Nacional

El Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV) se considera único en el Golfo de México por su tamaño, número de especies que alberga y por la resiliencia de sus colonias coralinas que subsisten a pesar de la variación de factores físicos, químicos y biológicos que se presentan en este ambiente en constante cambio y que recibe un gran aporte de los ríos.

Con una superficie de 65,516 hectáreas, el PNSAV está integrado por al menos 28 arrecifes, algunos de los cuales presentan lagunas arrecifales con pastos marinos, playas, bajos, islas o cayos.

Los arrecifes coralinos son el principal ecosistema y objeto de conservación de este Parque Nacional ya que contribuyen a la mitigación de los impactos a la costa provocados por tormentas, huracanes y vientos como los “nortes”. Así mismo, los arrecifes mantienen la línea de costa relativamente estable, producen oxígeno y captan bióxido de carbono (CO2).

El 27 de octubre de 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) incorporó al PNSAV a la Red Mundial del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB). El 2 de febrero del 2014 fue inscrito en la Lista Ramsar de Humedales de Importancia Prioritaria Internacional de la Convención Ramsar.

El sistema alberga pastos marinos (Thalassia testudinum) (Halophila decipiens) (Halodule wrightii) (Syringodium filiforme), mangle (Rhizophora mangle) (Avicennia germinans) (Laguncularia racemosa), cocotero (Cocos nucifera), palma kuká (Pseudophoenix sargentii) y grama salada (Distichlis spicata), entre otros.

Es hogar de diversas especies de fauna, algunas de ellas amenazadas o en peligro de extinción como el cuerno de alce (Acropora palmata), cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) y tortugas marinas como la caguama (Caretta caretta), verde del Atlántico (Chelonia mydas), blanca (Lepidochelys kempii), lora (Eretmochelys imbricata), carey   (Dermochelys coriácea) y laúd, entre otras.

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