Psicología propone técnicas para disminuir la ansiedad en exámenes
Nuevamente comienzan las fechas en las que los estudiantes inician sus exámenes que son tomados, por algunos de ellos, como posibles ataques. Pueden llegar a ser negativos para la seguridad en sí mismos y en especial, para la imagen positiva que los demás tienen de ellos.
Tal y como comenta el doctor Fernando Miralles, profesor de la Facultad de Medicina dela Universidad CEU San Pablo, entre el 15 y el 25% de los estudiantes sufren ansiedad ante los exámenes. Esta se refleja por ejemplo en su actitud, llegando a encontrarse los jóvenes, enfadados en todo momento y, como dicen algunos padres, «es el momento en el que mi hijo se enfada conmigo por todo».
Además de estas manifestaciones de enfado, existen somatizaciones tales como dolor de cabeza, malestar estomacal, insomnio, lloros incontrolados y bajo rendimiento académico, llegando algún joven a pensar en no presentarse a los exámenes. De ser así, tomarían una actitud de huida que aumentaría en un futuro próximo los problemas de ansiedad.
Para anular este malestar que influye tanto los alumnos como en su familia, el profesor Miralles (con motivo de la XVIII Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid) apunta herramientas psicológicas con las que él trabaja en su consulta de psicología.
Para una mejor comprensión y fácil aplicación en los casos que se necesiten, ha dividido su método en el tiempo, siendo los primeros consejos para los días que preceden al examen, seguidos de los que habría que utilizar en los momentos anteriores al examen y finalmente, nos propone el resto de consejos para las personas que se pongan nerviosas cuando estén haciendo el examen.
Antes del examen
— Encontrar el sitio adecuado para repasar y no buscar lugares muy lejanos de casa, ya que el tiempo de traslado, es tiempo de estudio perdido y además aumenta el cansancio físico.
— No tomar fármacos ni bebidas energéticas en exceso, pues al final irán en contra de la concentración necesaria para obtener buenos resultados.
— Intentar dormir un mínimo de siete horas al día, ya que si no se duerme lo suficiente, los conceptos estudiados no se retendrán en la memoria a medio y largo plazo, y serán conceptos que no se recordarán durante el examen.
— No ponerse en contacto con amigos que estén muy nerviosos, ya que éstos, sin ninguna mala intención, pondrán nervioso al amigo que le han llamado y le contagiarán sus malos pensamientos sobre el examen.
El día del examen, antes de la prueba
— Ir sin prisas al examen, ya que si creemos que no llegamos a tiempo, la ansiedad irá creciendo según nos acerquemos al lugar donde se va a hacer el examen. Si es en el colegio o universidad donde van todos los días, en el día del examen deberían ir con tiempo suficiente para llegar tranquilos.
— No ir con el estómago vacío, ya que no es bueno estar sin comer o sin beber mucho tiempo, y al dar el cuerpo la alarma de hambre o sed, creer el alumno que es un dolor que somatiza su ansiedad.
— Evitar el último repaso a fondo, ya que hay que tener claro que, si algo no ha dado tiempo a estudiarlo, es mejor afianzar el resto del temario que se ha estudiado.
— No comentar el temario con los compañeros de clase, pues siempre habrá algún amigo que se haya inventado una pregunta tan difícil que, ni el propio profesor haya caído en ella.
Durante la prueba
— Si se puede, leer todas las preguntas y empezar por las que mejor sepan, ya que aunque estemos haciendo una pregunta posterior, nuestro cerebro irá trabajando en buscar los conceptos almacenados en nuestra memoria para poder contestar las preguntas leídas.
— Intentar controlar el tiempo que resta al examen en todo momento, pues en condiciones normales, el profesor sabe el tiempo que se necesita en total, y se puede dedicar un tiempo innecesario para ampliar alguna respuesta y dejar, por falta de tiempo, alguna pregunta en blanco.
— Dejar tiempo para repasar, y si es escrito, es importante no cometer faltas de ortografía poniendo sinónimos a las palabras de las que no se está completamente seguro, y subrayar los conceptos importantes que sabemos que están bien, ya que si subrayamos algún concepto falso, el resultado puede tan malo que toda la pregunta no nos puntúe nada.
— Si se ponen nerviosos, realizar las técnicas de «parada de pensamiento negativo» y «relajación» o empezar a pensar una tarea alternativa para desviar la atención del examen, como contar del 30 al 1 restando de 3 en 3.
Fuente: www.abc.es