Las presas son mayormente conocidas por aportar energía, sin embargo en el sector agropecuario las presas desempeñan un papel fundamental en la agricultura de riego.
El agua es fundamental para desarrollar las actividades agropecuarias, por ejemplo para la agricultura se requiere grandes cantidades de agua para regadío, además de agua de calidad para los distintos procesos productivos. Según datos de la FAO el regadío demanda hoy en día cerca del 70% del agua dulce extraída para uso humano. Son necesarios cambios fundamentales en la gestión y las políticas a lo largo de toda la cadena de producción agrícola para garantizar el mejor uso posible de los recursos hídricos y responder así a la creciente demanda de alimentos y de otros productos agrícolas.
La agricultura de riego consiste en llevar cantidades necesarias de agua mediante diversos métodos o sistemas a los cultivos. Este tipo de agricultura requiere de cierta inversión, su aplicación permite que los cultivos sean rentables, es una práctica un tanto compleja al estar determinada por varios factores como las necesidades propias de cada cultivo.
En este sentido las presas y sus embalses asociados, permiten tener una reserva de agua para su uso posterior. Las presas regulan el flujo del agua en los ríos, pueden tener uno o varios usos a la vez, por ejemplo proporcionan energía hidroeléctrica además de volúmenes de agua para el riego y el abastecimiento público o controlar avenidas.
En nuestro país, la capacidad de almacenamiento de las presas es de aproximadamente 150 mil millones de m. Son 181 presas las consideradas como principales y representan el 80% de la capacidad de almacenamiento nacional, de las cuales 138 presas de almacenamiento su uso está destinado al regado de superficies agrícolas, dando así, la oportunidad de incrementar la productividad en distintas zonas.
Las presas permiten que el agua esté disponible en épocas en las que, en su ausencia, no estaría disponible, por lo tanto se incrementan los recursos hídricos renovables aprovechables. También permiten que el exceso de agua que desemboca normalmente en el océano pueda estar disponible para su utilización.
La disponibilidad de agua en presas de almacenamiento para riego es de 64,811 hm3. La máxima evaporación se presentó en Jalisco con 7.2 mm.