España, Cataluña, 27 de octuble de 2017.-El espectáculo sorprendió a muchos de los que lo observaban: aunque la votación en el parlamento catalán supuestamente era secreta, muchos hicieron lo posible porque todos, incluidas los cámaras de televisión, vieran su voto.
Hay un consenso de que los que apoyaron declarar la independencia votaron en secreto para evitar responsabilidades legales.
Según el código penal español, «declarar la independencia de una parte del territorio nacional» se podría considerar delito de rebelión, cuya pena máxima podrían ser 30 años de prisión.
Además, la denominada «ley de transitoriedad jurídica», cuya puesta en funcionamiento votaron este viernes los diputados independentistas, fue anulada por el Tribunal Constitucional español.
Así, la votación en el Parlament podría suponer otro delito por desobediencia.
El reglamento del Parlament de Cataluña considera que las votaciones pueden ser secretas si es acordado por el pleno, a solicitud de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de sus miembros (27 diputados), explica el Periódico de Cataluña.
En este caso el voto secreto fue apoyado por CUP y por Junts pel Sí, que conforman toda la bancada independentista.
Todos los integrantes del Partido Socialista Español (PSOE), Partido Popular (PP, en el poder) y Ciudadanos se retiraron del Parlament para no votar.
Referéndum, pero con garantías jurídicas
Algunos de los 10 parlamentarios que votaron por el «no», de la agrupación de Catalunya Sí que es Pot mostraron su papeleta antes de introducirla en la urna. Los miembros de este partido de izquierda, evitan así cualquier persecución judicial.
También, reafirman su postura de que apoyan un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Pero, uno pactado con el estado español y con garantías jurídicas.
Esta formación defiende que Cataluña es soberana y puede decidir su estatus político. Pero, siempre mantuvo que en un referéndum con garantías ellos abogarían por seguir formando parte de España.
Han participado en la votación, porque, como ha dicho Joan Coscubiela, portavoz del partido en el Parlament: «Nunca abandonamos ninguna silla ni ningún espacio. Queremos expresar democráticamente nuestra opinión con el voto».
Nadie de los 70 votos por el «sí» enseñó sus papeletas. Los expertos acuerdan que los dos votos en blanco dificultarían la persecución penal de los diputados.