DESTACADASSEMANARIOTURISMO

Lago de Camécuaro prodigio natural

Es un lago natural formado por nacimientos de agua que borbotean de entre los árboles que caprichosamente crecen en la rivera, Camécuaro en lengua purépecha o tarasca significa «lugar del baño». El lago ocupa una extensión de 1400 mts. de largo por 100 mts. de ancho aproximadamente. Sus aguas provienen de yacimientos que se encuentran ahí mismo.

Es un lago de singular belleza, debido a sus aguas cristalinas y vegetación que lo rodea, árboles centenarios y espacios para acampar, practicar el buceo, hacer recorridos a pie o en lancha, practicar y disfrutar la natación y los días de campo con la familia o amigos.

El lago de Camécuaro se encuentra a 14 kms. al oriente de Zamora, Michoacán. En el municipio de Tangancícuaro, Michoacán. Se llega por la carretera nacional rumbo a Morelia, la capital del Estado.

El lago es un Área Natural Protegida, que se encuentra en la categoría de Parque Nacional, con lo cual se garantiza la conservación de la flora y fauna que ahí se encuentra. Tiene una superficie de 9.65 hectáreas.

El 8 de marzo de 1941, el presidente de México en aquél entonces, Lázaro Cárdenas del Río, declaró como Parque Nacional al Lago de Camécuaro.

El Decreto Oficial fue firmado el 18 de junio de 1940, entrando en vigor hasta el 8 de marzo siguiente. De acuerdo a este documento “es necesario asegurar la conservación permanente de aquellos lugares de belleza natural como el Lago de Camécuaro, municipio de Tangancícuaro, del Estado de Michoacán, que es además un lugar íntimamente ligado con las tradiciones tarascas”.  

Es administrado por el Patronato Lago de Camécuaro. Su principal objetivo es preservar las especies de flora y fauna del lugar, así como la recreación de los visitantes.

La flora que se encuentra en el Lago de Camécuaro son: Sabinos, fresnos, ocales, maguey, arbustos y algunas coníferas. Y en la fauna nos encontramos especies como son las siguientes: Peces, cangrejos, ranas, chapulines, chapos, mariposas, patos, abejas. 

Dr. Guillermo Fernández