Ciudad de México. 23 de agosto de 2018.- En el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un equipo de especialistas determinará —mediante el uso de modelos animales— el efecto de agentes contaminantes en el sistema inmunológico y su relación con el cáncer de mama.
Los contaminantes bajo análisis son conocidos con el nombre de disruptores endocrinos o alteradores hormonales, algunos ejemplos son los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), ftalatos y bisfenoles (BPA), que son factores químicos de riesgo asociados al desarrollo de tumores, especialmente en el sistema reproductivo.
La doctora Karen Nava Castro, investigadora del CCA y colaboradora de este proyecto liderado por el doctor Jorge Morales Montor, del IIB, explicó para la Agencia Informativa Conacyt los daños que ocasionan estos compuestos en la salud humana.
Un modelo animal para confirmar sospechas
Esta línea de investigación surgió cuando el doctor Morales Montor, del IIB, estudiaba la regulación hormonal de las infecciones parasitarias, posteriormente el trabajo evolucionó hasta obtener nuevas vertientes.
Uno de estos nuevos enfoques al trabajo inicial del investigador fue determinar el efecto de las hormonas sobre el sistema inmune, vertiente en la cual dio continuidad la doctora Nava Castro.
“Si quieres estudiar el sistema inmune, tienes que hacerlo desde una condición donde el sistema se active, ya sea en una infección parasitaria, viral o en un modelo de cáncer donde tienes una respuesta inmune que está atacando a un tumor”, explicó.
Así fue como comenzaron a trabajar con el modelo murino de tumores mamarios con la línea 4T1, que consiste en inyectar a ratones recién nacidos una dosis de BPA o ftalato.
Después de aplicar la dosis, se deja crecer los roedores hasta la edad adulta, donde ya alcanzada la madurez sexual se les inyecta en la mama la línea celular 4T1 esperando que desarrollen el tumor.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt