Los suelos son un componente crucial del sistema natural, contribuyen de forma vital al bienestar humano, a la seguridad alimentaria, al mismo tiempo que mitigan la pérdida de biodiversidad.
Con el fin de prestar mayor atención a las cuestiones urgentes que afectan los suelos, como el cambio climático, la resistencia a los antimicrobianos, las enfermedades transmitidas por el suelo, la contaminación, la nutrición y la salud humana, es indispensable cuidarlos y protegerlos.
En el suelo viven miles de plantas y numerosas especies animales, tantos que en una pequeña porción hay más gente que en el mundo entero, por lo que el suelo es esencial para el mantenimiento de la Tierra.
Es un recurso clave y elemento esencial del entorno natural en el que vivimos, en el suelo se produce la mayor parte de los alimentos mundiales y proporciona el espacio habitable para todos los seres humanos y animales. Asimismo, contribuye a la regulación del flujo del agua y el clima, la biodiversidad, la captación de carbono y la preservación de tradiciones culturales.
Los suelos están sometidos a una presión creciente, pues la población va en aumento igual que la demanda de alimentos, así como el uso de la tierra con fines diversos y no les prestamos la suficiente atención. Dado que una gran parte de nuestros alimentos depende de los suelos es fácil comprender lo importante que resulta mantenerlos sanos y productivos.
En ese sentido la Secretaria de Agricultura realiza acciones para su restauración como:
- Agroincentivos
- Reconversión productiva de tierras agrícolas
- Agricultura protegida
- Tecnificación del riego para aumentar la producción en tierras agrícolas
Otras acciones de rescate de suelos son:
- Rehabilitación de agostaderos
- Labranza limitada
- Control biológico
