«Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.»
Federico Fellini (1920-1993) Director de cine italiano.
Desde su comienzo en París, Francia, el 28 de diciembre de 1895. El cine ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cinematógrafo ha evolucionado mucho, desde el primitivo cine mudo de los hermanos Lumière hasta el cine digital del siglo XXI.
En cuestión del audio, también la evolución fue con pasos firmes pero lentos, desde el inicio del cine mudo.
Suele hablarse de cine mudo, y esto no es del todo exacto aunque es cierto que las proyecciones no podían por sí mismas sino mostrar imágenes en movimiento sin sonido alguno. Pero las proyecciones en las salas iban acompañadas de la música tocada por un pianista o una pequeña orquesta y además comentada por la voz de un explicador, imprescindible figura que hacía posible que multitudes analfabetas o inmigrantes desconocedores del idioma entendieran la película.
Cómo no recordar la comicidad de Charles Chaplin, aprovechando la tecnología que existía en ese tiempo y el apoyo del pianista para darle sensación de expectativa.
Con la película El cantor de Jazz (The Jazz Singer – Alan Crosland) en el año 1927, nace el cine sonoro como industria. La película es la primera que incorpora diálogos sonoros; la tecnología empleada se llama Vitaphone «sonido-a-disco» (sistema utilizado por Warner Bros). La banda sonora era grabada en un disco (no estaba incorporada en el celuloide) que se reproducía en paralelo con el fílmico y se sincronizaban con la proyección.
Por otra parte, en paralelo al Vitaphone existían películas que incorporaban el sistema de sonido «sound-on-film», que permite grabar el sonido en el mismo celuloide que la imagen, evitando de esta manera los grandes problemas de desincronización. (Este sistema fue impulsado por la FOX). Para ello utilizaban métodos como el Tubo Audion, Phonofilm, Theodor Case, Earl Sponable y el Movietone; éste último sistema fue empleado por la Fox para la producción de noticias a finales de la década del 20. El «Movie tone sound system» fue la primer tecnología de sonido óptico viable para la industria cinematográfica.
Pero la industria cinematográfica tardó décadas en producir películas totalmente habladas. Tanto a los productores (Warner Bros, United Artists, Universal y Fox entre otras) como directores y actores (Charles Chaplin, Gloria Swanson o Buster Keaton entre otros) les costó adaptarse a este nuevo formato. Tampoco estaban preparadas las salas de cine para soportar el formato ERPI o Vitaphone. Los movimientos de cámara eran limitados debido al registro sonoro; y, lo más importante, desde que el cine incorporó los diálogos, aparte de ser un gran actor, era imprescindible tener un buen timbre de voz. La dificultad que supuso para algunos actores la adaptación del cine mudo al cine sonoro fue el tema central y objetivo de parodia en la película Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen – 1952).
A finales de la década de los 30 aparece el sistema RCA que permite grabar sobre el celuloide dos pistas de sonido diferentes. Con este invento, nacen las grabaciones multicanales y la industria cinematográfica explota al máximo los film musicales (con este sistema los musicales pueden construirse desde interpretaciones pregrabadas).
El Sonido envolvente
Hasta el año 1940 las películas se proyectaban en sonido monoaural, hasta que se estrena la película Fantasía (Walt Disney – James Algar – 1940) que incorpora el sonido envolvente. Lo consiguieron grabando por separado a cada sector de la orquesta para posteriormente mezclarlas a través de 4 pistas de audio óptico analógico.
Pero la revolución de cine sonoro llega con Ray Dolbyque en el año 1965 inventa el sistema Dolby A y lo promociona en las compañías cinematográficas. La técnica reduce los sonidos simples de baja y alta frecuencia del espectro audible (mejora notablemente la calidad del sonido).
La primera película con sonido Dolby fue La naranja mecánica (Stanley Kubrick – 1971). Este invento fue la revolución total que necesitaba el cine, tanto en las salas cinematográficas como en el hogar.
La llegada de la certificación THX fue el inicio de la evolución del audio en salas cinematográficas: THX es el nombre comercial de un estándar de vídeo y sonido de alta fidelidad usado en películas, salas de reproducción profesionales, en videojuegos y en los sistemas de audio de los automóviles. THX fue creado por Tomlinson Holman, de la compañía Lucasfilm en 1983 para asegurarse que la banda sonora de la tercera película de la saga Star Wars (El retorno del Jedi), se pudiera escuchar en las condiciones óptimas.
Holofonía
El sonido holofónico (Holophonics TM) fue desarrollado y patentado por primera vez en 1980 por el argentino Hugo Zuccarelli. Aplicando el concepto del holograma al sonido, conseguía perfeccionar el sistema de grabación binaural. Esta patente ha expirado y no ha logrado demostrar científicamente su teoría.
Se basa en la teoría de que las relaciones interaurales (diferencias de tiempo e intensidad entre los oídos), no podían determinar por sí solas la localización de una señal en el meridiano de la cabeza (adelante-atrás, arriba-abajo), dado que éstas son nulas. A todos los efectos prácticos, un sonido que llegara a los dos oídos al mismo tiempo no podría ser localizado (mono).
Otro fenómeno detectado por Zuccarelli era que sonidos percibidos en forma directa, sin haber sido grabados, podían ser localizados aun cuando se emplease un solo oído.
Para sus detractores, Zuccarelli presentó evidencia con sordos totales de un solo oído que podían localizar sin problemas los sonidos en 3D. La nueva teoría entonces fue la única alternativa propuesta para explicar fielmente las características de la audición humana, y más aún para reproducirlas.
El efecto se consigue con cabezas de maniquí que tratan de simular las condiciones auditivas de una cabeza humana, usando para ello unos órganos auditivos artificiales, en los que se colocan los micrófonos, donde deberían estar los oídos. De esta forma el sonido se graba de una manera aproximada a como llegaría a los oídos de una persona. Zuccarelli le agregó a su cabeza llamada Ringo una emisión de sonido interna de referencia, así los micrófonos graban la interferencia creadas entre ambos sonidos (exterior y el propio), consiguiendo la tridimensionalidad del sonido.
El primer prototipo de oído artificial holofónico «Ringo» fue usado para grabar el álbum The Final Cut de Pink Floyd, además de haberse empleado en el álbum The Pros and Cons of Hitch Hiking solista de Roger Waters, y en argentina el trabajo De Ushuaia a La Quiaca de León Gieco.
Dado que los efectos de interferencia de las ondas de emisión del oído y las de los sonidos a escuchar son asimétricos, estas interferencias darían al cerebro los necesarios parámetros para que una localización espacial fuese completa incluso en el plano monoaural. Así se explica la localización espacial del ser humano, y la localización de las grabaciones holofónicas (Holophonics TM) cuando son oídas haciendo uso de un solo auricular. Según la conferencia de la Audio Engineering Society (AES) y la BBC, «certificable».
Esta teoría nunca fue aceptada por la comunidad científica, pero tampoco negada ni examinada en profundidad. Sólo existen escritos marginales en diarios y revistas científicas, y evidencia certificable en vídeos de programas científicos y de noticias, pero nadie hasta ahora decidió dar crédito a las teorías o a las evidencias de Zuccarelli. Muchas de las actividades de Zuccarelli se vieron frenadas por la industria discográfica, y en especial los intereses creados de las multinacionales que decidieron promover sistemas de sonido más caros (como Dolby, Dts y Sony), que requerían más equipo electrónico y altavoces múltiples para obtener un resultado más primitivo (para obtener sonidos en el plano vertical, algunas compañías proponen altavoces en el techo).
El sistema holofónico sólo necesita dos canales, o dos altavoces estéreo. Zuccarelli diseñó además un par de altoparlantes capaces de recrear el efecto en una habitación convencional.
AUTOR LCC FERNANDO BOURGET ONTIVEROS