Biovidrio para la regeneración de tejido óseo

Morelia, Michoacán. 31 de octubre de 2018.- Es inerte el vidrio que deja pasar la luz solar a nuestra casa y contiene nuestras bebidas; sin embargo, existe el vidrio que reacciona con el tejido vivo, es bioactivo y actualmente se estudia para su aplicación en la reconstrucción del tejido óseo enfermo o dañado.

Los biovidrios son mezclas de óxidos que deben cumplir ciertas características para serlo, como la cantidad de óxido de silicio y la relación de calcio-fósforo que contengan. Cuando contiene menos de 60 por ciento de óxido de silicio y alto contenido de calcio y fósforo, el vidrio es capaz de reaccionar y mediante intercambio iónico con los fluidos corporales, disolverse y formar hidroxiapatita.

La doctora en ingeniería de materiales por la Universidad de McGill en Montreal, Canadá, Ena Athenea Aguilar Reyes, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y profesora investigadora titular C de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), trabaja en la ingeniería de materiales cerámicos y vidrios.

En 2007, empezó a trabajar en Canadá sobre los biovidrios y tecnología de polvos. En 2008, utilizó las espumas o andamios con el fin de regenerar tejidos, incurriendo así en el área interdisciplinar de los biomateriales con el objetivo de desarrollar un material que permitiera regenerar el tejido óseo.

«Se trata de implantes temporales porque están hechos de espuma o andamios de vidrio bioactivo que se insertan donde hay algún problema óseo como la osteoporosis».

La doctora señala que al implantarse el andamio de biovidrio sirve como soporte para que las células óseas se adhieran al material y proliferen.

«La idea de utilizar este material es que sea apto para que las células se reproduzcan y se regenere el hueso».

Su investigación se encuentra en fase de desarrollo, siendo probada a nivel celular.

¿El hueso se puede regenerar?

Existen diferentes tipos de huesos en el cuerpo humano, se pueden clasificar como compactos o porosos. Un mismo hueso puede tener partes compactas y porosas o esponjosas, menciona.

«Cuando una persona tiene osteoporosis, el hueso se empieza a hacer poroso y a debilitar, generando fracturas».

En los huesos tenemos cuatro tipos de células: células osteoprogenitoras; los osteoblastos, que se encargan de formar el hueso; los osteoclastos, que reabsorben el hueso; y los osteocitos, células que en sí mismas forman el hueso.

«Lo que sucede durante nuestra vida es un proceso llamado remodelación ósea, en la que participan osteoblastos y osteoclastos. Este proceso ocurre durante el crecimiento o cuando existe un microdaño como una fisura que se regenera sin necesidad de un implante. Una célula absorbe o se come el hueso, otra la crea».

La doctora señala que cuando se tiene una enfermedad como osteoporosis, la actividad de los osteoclastos es mayor a los osteoblastos. «Esto significa que el hueso se reabsorbe más rápido de lo que se crea».

Lo que comúnmente se hace es que se injertan piezas metálicas que ayuden a los huesos a seguir cumpliendo su función de sostener el cuerpo; sin embargo, no se regenera. Existen algunos mecanismos para regenerar el hueso, menciona la doctora, como el uso de cemento óseo, pastas, polvos o espumas.

«Nosotros usamos espumas que sirven como soporte, esta espuma se disuelve, y mediante un intercambio de iones se genera la hidroxiapatita, que es un material cerámico del que están formados los huesos, los osteoblastos se adhieren a la espuma permitiendo que se regenere por la proliferación de las células».

Algunos de los problemas que se pueden tratar con ingeniería de tejidos, alude la doctora, son el caso de enfermedades como la osteomielitis y la osteopenia, la pérdida de una parte pequeña de hueso por un accidente o cuando se sobrepasa el tamaño crítico de una grieta o fisura.

Fuente: Agencia Informativa Conacyt

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