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Bipolaridad y sexualidad.

Sin duda alguna este es uno de los temas en el terreno de la salud mental muy interesantes, pues aunque el padecimiento ha existido desde hace mucho tiempo, es hasta épocas en que se ha denominado como Trastorno bipolar o Trastorno afectivo bipolar; lo mismo que los diagnósticos retrospectivos pues se afirma que gente como: Abraham Lincoln, Winston Churchill, Ernest Hemingway y Francis Ford Coppola, entre otros, lo padecieron. Tampoco resulta raro escuchar (de manera muy discreta): Fulanito de tal, de seguro es bipolar porque …

Aquellos pacientes diagnosticados como deprimidos después de varios días de tomar antidepresivos, cambiaban de forma dramática pues aquel enfermo que había pasado horas y horas en su cuarto llorando a mares que, si acaso hablada era para decir que deseaba dormir o que se suicidaría, de pronto se transformaba radicalmente; sus familiares al verlo lleno de energía y de ideas se entusiasmaban pues lo consideraban curado. No obstante, a muchos la pila y la irritación los desbordaba, ahora sabemos que ese exceso de actividades, esa fuga de ideas, esos delirios de grandeza y de inmortalidad eran parte de lo que en la actualidad se denomina Manía.

Hoy en día, los profesionales de la salud ya contemplan más esta probabilidad y por ello los pacientes reciben una mejor atención, sin embargo, uno puede invertir mucho tiempo revisando las distintas publicaciones científicas a nivel internacional para toparse con que el tema de la sexualidad del paciente bipolar apenas y se menciona. Lo anterior llama la atención porque con frecuencia, el médico en su consultorio dedica muchas horas para tratar de hacerles entender a los familiares que el comportamiento sexual del paciente, aunque les parezca increíble fue involuntario. Por más que lo expliquen de diferentes formas resulta difícil convencerles de que la enfermedad y no la voluntad del paciente, es la principal causante de ese tipo de conductas.

De nueva cuenta la ignorancia se hace presente pues sólo cuando la gente ha estudiado y comprendido de qué se trata este trastorno entenderá que, la impulsividad inconsciente lleva a los pacientes, a no medir las consecuencias de sus actos durante los episodios de Hipomanía y menos aún en los de manía. En esas instancias, el paciente se expone a riesgos que van desde:

  • contraer infecciones de transmisión sexual,
  • embarazos no deseados,
  • abuso sexual,
  • violación,
  • infidelidad y
  • promiscuidad entre otros, con las consiguientes consecuencias de culpabilidad, baja autoestima y problemas de pareja por mencionar sólo unos cuantos, en el ámbito de la sexualidad pero, recuérdese que igual existe el riesgo de la adicción.

Al mencionar abuso sexual o violación no se piense que sólo el o la paciente puede ser la víctima porque igual es factible que sea la parte agresora y eso implica la comisión de un delito, de modo que por ello es de vital importancia contar con un tratamiento integral que prevenga la aparición de los estados de manía.

Cuando haya salido de la crisis se enfrentará a la realidad de sus actos, algunos de los cuales no recordará y por ello aunque cueste trabajo aceptarlo, no siempre podrá hacerse responsable de su comportamiento anterior aunque sobre esto existen encendidas discusiones y se habla mucho de la prevención.

Está claro que sus actos quedan más allá de su voluntad, lo que haga en los periodos de hipomanía o manía, de ninguna manera se relacionan con su moral, su educación o sus principios, en esos momentos no existen límites pero requiere de la ayuda de otras personas para alejarse de los peligros potenciales.

Aun más, las pacientes con trastorno bipolar en edad reproductiva deben extremar precauciones en lo tocante al embarazo pues algunos fármacos pueden tener efectos teratógenos, es decir, pueden ocasionar problemas al feto y aunque eso no es cien por ciento seguro las probabilidades son elevadas. Lo ideal es que platique con su médico si es que, en verdad, desea embarazarse pues el régimen farmacológico deberá modificarse para brindar las máximas seguridades, tanto a la embarazada como al feto.

Todo mundo sabe que los embarazos no deseados pueden sucederle a cualquiera, sobretodo, si no se toman las debidas precauciones o como ya se mencionó, si esto acontece en un episodio maniaco o de hipomanía; si así ocurriera debe tomarse en cuenta el uso de la píldora del otro día y rebasado el plazo del fármaco se debe analizar, cuidadosamente, qué tan conveniente es continuar con el embarazo.

En relación a eso es inevitable que surjan un sin fin de cuestionamientos:

  • ¿qué tan conveniente es tomar decisiones de esta índole durante la fase maniaca?
  • ¿deberá esperarse a la fase post maniaca para actuar?
  • ¿sólo la paciente debe decidir sobre la conducta a seguir, por ejemplo, en un embarazo no deseado?
  • ¿las riesgos sexuales por un comportamiento maniaco deben ser tratados como si se tratase de una violación?

Desde el punto de vista del autor, los pacientes no deben tomar decisiones importantes cuando presentan crisis depresivas o de manía, lo ideal es canalizarlo con su psiquiatra para que ajuste, cambie o prescriba los medicamentos necesarios.

Algunos tips para personas con Trastorno Bipolar:

  • Resulta de fundamental importancia aceptar mi condición lo cual no significa que me resigne a esperar a ver cómo evoluciona el padecimiento por si solo, es una actitud relacionada con mi realidad,
  • Dejar de negar, es decir abandonar la inmovilidad, acudir en busca de ayuda profesional pero, más que nada, de un especialista,
  • Tan pronto se establezca el diagnóstico de Trastorno bipolar se deberá seguir el tratamiento y tener presente que en ocasiones es hasta después de varios intentos que se encuentra el que es mejor,
  • Resulta indispensable informarse, de la manera más completa lo que implica tener este padecimiento,
  • Tener bien claro cuáles son los principales síntomas,
  • Adquirir conocimientos actualizados servirá para erradicar falacias y es muy recomendable compartirlos con las personas más cercanas,
  • Dado que durante los estados de hipomanía o manía se pueden adoptar conductas riesgosas, me pondré de acuerdo con gente de mi entera confianza para que me lo señalen y hagan lo conveniente para que no corra riesgos,
  • Si tengo pareja es de vital importancia hablarle de mi enfermedad y proporcionarle el material adecuado para que la conozca lo más a fondo posible,
  • Responsabilizarme de la forma como sigo el tratamiento y no esperar que otros lo hagan por mi,
  • Llevar una bitácora respecto a mi conducta servirá para conocerme mejor, podré identificar anomalías o ciclos y a mi médico le ayudará a tener un mayor conocimiento de mi caso.

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