Eyaculación precoz, ¿una falta de percepción de las sensaciones sexuales?
Las disfunciones sexo eróticas constituyen una de las pruebas más palpables al respecto. La alquimia sexual, desde tiempos inmemoriales se ha buscado el afrodisiaco capaz de templar al varón y provocar a la fémina.
Más de un tercio de los hombres eyacula a gran velocidad o al menos, involuntariamente; cuando la pareja de uno de estos varones lo acusa de insensible, tiene toda la razón porque él no siente lo que técnicamente denominamos Inminencia eyaculatoria, carente del más mínimo control, simplemente: se viene. Helen S. Kaplan señaló: … la causa inmediata siempre presente, de la eyaculación precoz es una falta de percepción de las sensaciones sexuales. (Kaplan, 1989).
Por lo antes mencionado resulta indispensable que ambos miembros de la pareja opinen respecto a qué tan disfrutable o no es la relación sexual.
Remedios para la eyaculación precoz han existido aun antes de considerarla como disfunción, pero su efectividad deja mucho que desear. Entre los más socorridos están:
Tomar algo de alcohol antes de la relación,
Masturbarse previo al coito,
Pensar en problemas graves,
Realizar operaciones matemáticas difíciles y
Un largo etcétera.
Es claro que el fármaco le permite al hombre retardar su eyaculación, mientras dura el efecto, pero, de ninguna manera significa que haya desaparecido la disfunción, motivo por el cual resulta indispensable la Terapia sexual.
Cuando uno, en calidad de terapeuta piensa que todo saldrá bien, es decir, que la pareja seguirá al pie de la letra nuestras indicaciones; que él la acariciará sin prisas y la llevará a excitaciones jamás imaginadas; que él identificará mejor sus urgencias consiguiendo el ansiado control, de repente nos topamos con que las sesiones no se llevan a cabo porque aparecen un sin fin de obstáculos. Al revisar con más calma el caso, nos encontramos con que ella boicotea las sesiones porque está muy lastimada; tiene un sin fin de resentimientos acumulados que requieren ser tratados. Esto a mi juicio constituye el principal reto en el tratamiento de la eyaculación precoz para el cual jamás habrá un fármaco.
La terapia sexual resulta muy efectiva para que el hombre aprenda a controlar su eyaculación, sin embargo, es innegable la existencia de un grupo de varones a los cuales les resulta imposible aprender las técnicas. La angustia, el temor al fracaso y la ansiedad de desempeño, incapaces de aprender a relajarse; son los consultantes ideales para usar los nuevos fármacos, pero, de seguro necesitarán el apoyo terapéutico pues no quedarán conformes, aunque duren cuatro veces más dentro de la vagina. Sobre todo si recordamos que algunos eyaculaban antes de haber transcurrido unos cuantos segundos y no hablemos de quienes como dirían los clásicos tenían Ejaculatio ante portas; parecidos a ese hombre que cuando tocó a la puerta de la sexoservidora le dijo: ¿Cuánto le debo?
Por último, los fármacos siempre ayudaran, pero siempre resultará esencial el diálogo cara a cara en el que se privilegie la escucha y donde la empatía juega un papel trascendental para la atención de la eyaculación precoz.
Fuente: Dr. Francisco Delfín Lara http://www.sexualogia.com